viernes, 11 de noviembre de 2011

Viaje a Torres del Paine, Patagonia


Hola queridos lectores de este blog abandonado!

He decidido volver a escribiros para contaros la increíble experiencia que he vivido en mi viaje a la Patagonia, que preparamos entre 4 compañeros de Santiago hace aproximadamente un mes. Decir que ninguno era experto en trekking, pero todos estábamos seguros de que este tipo de viaje por las montañas era la mejor forma de descubrir y disfrutar de la Patagonia chilena. Así pues, con la ayuda de nuestro compañero de piso Hugo, que es el montañero más profesional que conocemos aquí en la ciudad, entrenamos algunos días antes, subiendo algunos cerros de al rededor de Santiago, como el Salto de Apoquindo. También compramos botas de montaña, indispensables, y que esperamos nos acompañen en futuros viajes por sudámerica, y algunas cosas más. Sin embargo, quería dar las gracias desde aquí a Takahiro por haberme proporcionado casi todo el material necesario para una buena ruta de trekking en una zona tan fría como las Torres del Paine: el abrigo, la mochila, la linterna, un saco de dormir que aguanta hasta -20 Cº y una tienda de campaña para el grupo. :)

He estado pensando de qué manera puedo explicar toda la ruta en el blog, y finalmente he decidido escribir aquí algunos párrafos que escribí en mi cuaderno de viaje allá en las Torres, mientras descansábamos al final del día. También añadiré fotografías que sacaron mis compañeros, ya que yo no tengo cámara desde que se me estropeó en septiembre :(

Así pues, comenzamos el viaje. Con todo el material empacado en las mochilas, comprada la comida que básicamente consistía en pasta, arroz y leche en polvo, y toda la ilusión en nuestras caras dormidas, Sven, Sebastian, Franzisca y yo, despegamos desde Santiago hacia Punta Arenas a las 6 de la mañana del día 31 de octubre. Debido a los volcanes del sur de Chile, nuestro avión cambió la ruta y no pudo pasar por Puerto Montt, donde íbamos a descender por dos horas; en vez de eso llegó directamente a Punta Arenas, lo que nos hizo el viaje más cómodo, aunque la mitad de los pasajeros, que iban a Puerto Montt, tuvieron que quedarse en la capital :S


Desde Punta Arenas bien difícil fue conseguir llegar hasta Puerto Natales, que se encuentra a los pies del Parque Nacional de Torres del Paine, a tres horas de allí, ya que el bus que debería llevarnos estaba lleno. Después de varias llamadas telefónicas a las tres líneas de autobuses que realizaban el recorrido, nos recomendaron llegar hasta el centro de Punta Arenas y allí ver cómo llegar hasta nuestro destino. Así lo hicimos, y después de un paseo por la "costa" y ver la Tierra del Fuego al otro lado, conseguimos tickets para las 3 de la tarde en un bus de dos pisos.



Ya en Puerto Natales, nos alojamos en el hostel que Hugo nos había recomendado. ¡Qué sorpresa! Los dueños eran alemanes, casi todos los hospedados también, yo me encontraba con otros tres alemanes así que poco pude entender de la explicaciones y recomendaciones que nos dieron sobre la ruta a empezar al día siguiente. Parte de la recomendación de Hugo tenía que ver con que allí mismo alquilaban sacos y carpas (tiendas de campaña) que necesitábamos para completar el equipo, así como los pantalones de agua necesarios para todo caminante de la zona. Básicamente, un chubasquero para las piernas. 

Al día siguiente, desayunamos (venía incluido en el precio) muchos cereales, frutas a montón y un buen café (no nescafé por dios!) y cogimos el autobús que nos llevó primero hasta la Laguna Amarga, donde se debía cancelar la entrada del parque. Suerte que Sebastian se dio cuenta de que al ser residentes en Chile podíamos pagar mucho menos del precio para extranjeros, que es de 15 lucas, una barbaridad, pero igual; nosotros pagamos 4 :) Aquí debo mencionar que los precios de absolutamente todo (productos de comida, hostales, entradas) son muy caros en la Patagonia. Partimos de allí hacia Guarderia Pudeto, en el Lago Pehoe donde cogimos el catamarán (12 lucas!) que nos llevó hasta nuestro primer refugio: Paine Grande.

Sven en Salto Grande




















Este primer día no teníamos nada más planeado que llegar hasta el refugio de partida y acomodarnos como podíamos, así que a la tarde decidimos salir a andar y así calentarnos para lo que nos venía. Caminamos durante dos horas hasta un mirador desde pudimos observar un cartel con el nombre de todas las montañas que íbamos a rodear. 


 
Paine Grande

Fragmentos Cuaderno: Día 1 - 1 de noviembre
En el Lago Pehoe
Aquí estoy sentada, frente al Paine Grande, en una mesa situada justo al lado de nuestras tiendas de campaña. Frío, mucho frío, pero con mucha felicidad y libertad en el corazón. (...) El día ha ido genial. La vista desde el mirador ha sido magnífica. Vemos las Torres desde el oeste y bajo ellas el lago brilla con su especial color aguamarina, maravilloso. Se siente genial con este aire frío, tan solo duele un poco la espalda. Ahora nos planteamos diseñar las caminatas de nuevo, según las horas que se deban andar obligatoriamente con mochila.  (...)

El refugio donde nos encontramos tiene opción de alojamiento en cama y de camping. Nosotros estamos en el área de acampada pero disponemos de las duchas de agua caliente y posibilidad de almuerzo y cena (aunque es horriblemente caro). Creo que utilizaremos nuestro gas. Además Sven está triste porque la posibilidad de tener opción para cenar quita la sensación de aventura al viaje jaja. 

Estoy muy feliz con el grupo, el EQUIPO FOSS (Franzi, Olatz, Sven, Sebastian).
Sé que serán días duros, pero no me imagino un plan mejor que descubrir parte de la Patagonia de esta manera y esta genial compañía. 






Después de una noche horrible de frío y en la que no pude dormir apenas una hora, a la mañana siguiente me desperté bastante enferma. Me acordé del viaje que hicimos con los amigos de Barcelona a los Alpes el año pasado, donde me puse enferma dos días, y me perdí la mitad de la experiencia, un día de ski y por tanto bastante dinero. Así, esa mañana estaba bastante triste y el grupo me recomendó no caminar ese día para no seguir enferma los días siguientes. Esa idea me daba pánico, ya que teníamos que seguir la ruta y yo no me podía quedar sola en el refugio! Este día, el segundo era bueno para quedarme, ya que el plan consistía en caminar hasta el refugio Grey, en el Glaciar Grey y volver para pasar la noche en el mismo refugio donde estábamos. Así, me quedé intentando dormir y recuperarme en Paine Grande, hasta que mis compañeros volvieron a eso de las 3 de la tarde. 

Glaciar Grey






Para dejar la ruta más clara, he puesto un mapa al final del post, donde se muestra el camino que recorrimos cada día. Los puntos A, B, C y D, son los lugares donde dormimos, siempre en tiendas de campaña. Los puntos amarillos son miradores o  lugares a los que fuimos a ver, descansar y volver. 

Día 2 - 2 de noviembre: enferma.

Para variar, en el mejor viaje del año me he puesto enferma, igual que ocurrió durante una noche en Marruecos y en los Alpes. (...) Espero encontrarme bien para la tarde, ya que después de que vuelva el equipo tenemos pensado ir al Campamento Italiano, que está a dos horas de aquí. El camping allí es gratuito y de esta manera nos ahorramos dos horas en la ruta de mañana, que tiene 3 horas más con mochila. 
(...)

Así pues, me encuentro a la una del mediodía esperando a mis compañeros en la cocina que hay en el medio de la zona de acampada, que está rodeado que ventanas de cristal, por los que puedo ver el Lago Pehoe mientras se calienta mi agua. Me han pedido que prepare la leche en polvo en una botella para mañana por la mañana, ya que nuestra primera experiencia con la leche no ha sido muy buena. 

Veo que fuera llueve, y en la orilla del lago hay dos mujeres cortando y amontonando leña. Una pareja de alemanes acaba de entrar y encima de mí hay un pájaro dando vueltas sin poder salir del quincho. 
El dinero lo llevamos bastante mal, ya que todo aquí es muy caro. Madre mía, el catamarán precio único de ida por 12 lucas! El primer camping nos ha costado 4500 pesos por persona y menos mal que hoy a la noche el C. Italiano es gratuito. Así que de barato nada, aunque ya nos lo habíamos imaginado. 
Nunca he soportado bien el frío. Siempre me pongo enferma de la garganta. Solo me queda ser positiva y esperar que no empeore. Sven me ha dejado unas pastillas que van bastante bien. 
(...)

Hoy a la mañana, hacia las 5.30h. ha comenzado a llover y se ha levantado mucho el viento. Franzi y yo, que dormíamos en la tienda que nos prestó Taka, pensamos que íbamos a morir. La tienda esta no tiene segunda capa para la lluvia y nos han caído algunas gotas en la cara, ay qué mal. Si no mejoro hoy mismo y las noches/mañanas siguen siendo parecidas, en vez de escribir sobre una experiencia inolvidable en la Patagonia, escribiré sobre cómo sobrevivir enferma en la Patagonia. 


**
Después de escribir estas líneas tan tristes, decir que al día siguiente estaba totalmente recuperada y caminé sin ningún problema :)


Día 4- 4 de noviembre

Ayer quise escribir pero no pude de lo cansada que estaba. Además pude dormir 9 horas seguidas como un tronco, no como las dos noches anteriores; debe ser por las copas de vino tinto "para dormir" que tomamos siguiendo la recomendación de Sven ;)
Hoy he sentido que me he reconciliado con la naturaleza. Patagonia lo ha conseguido. Después de tantos años de miedo a la montaña y al cansancio que suponía, entro hoy y ayer he descubierto que todo está en la cabeza; con una ACTITUD POSITIVA TODO SE PUEDE CONSEGUIR, y lo que es más importante, DE TODO SE DISFRUTA MUCHO MÁS. 
Caminamos felizmente montaña arriba durante unas 8 horas, con una hora para comer, y no me he sentido cansada. Quiero decir mentalmente. Me gustaba el cansancio físico, me sentía viva como nunca y además he podido divisar uno de los paisajes más bonitos del mundo seguro. 


Ayer, tercer día, comenzamos desde el refugio Paine Grande hasta el Campamento Italiano, ya que el día anterior cancelamos el plan de hacerlo por la tarde. No nos gustaba la idea de llegar sin luz allá y tener que montarlo todo con linternas. Así, ayer por la mañana fueron dos horas y medio de paseo al rededor del lago Pehoe. Una vez allá, un camping muy adentrado en el bosque, dejamos las mochilas en las cabaña del guardabosque y comenzamos la subida hacia el Glaciar Francés. Qué genial que fue. Otras dos horas y media por una montaña que ladeaba todo el glaciar; además tuvimos la suerte de oir y ver un desprendimiento de nieve, hielo y rocas desde arriba de la montaña hasta el glaciar. En mi vida había visto tanta fuerza en la naturaleza en directo, de verdad que me quedé maravillada con todo el lugar. Nos habríamos quedado más tiempo allá. pero teníamos prisa por volver a bajar al C. Italiano, ya que teníamos que volver a coger las mochilas para caminar hasta el Refugio Los Cuernos (6km). 













¡Hola Equipo!







Fue un poco más empinado y largo de lo esperado, pero mereció la pena, ya que llegamos a la orilla del Lago Nordenskjöld, que tenía el agua un color sorprendentemente verde caribeño. Precioso y enorme el lago (parte de la caminata de hoy también ha sido por este lago). Nos sentamos allá a descansar y tuvimos la gran suerte de por fin ¡divisar cóndores de cerca! Los vimos de lejos y uno de ellos se acercó volando muchísimo a la orilla. Son enormes y muy feos. Me encantaron. 
En tres horas llegamos a Los Cuernos, donde nos dieron las sorpresa de que la zona de acampada constaba esta vez 6 lucas! ¡Cuánto se aprovechan! Además los baños y duchas no tenían luz y la sala del refugio cerraba a las 10. Las condiciones eran mucho peores que en Paine Grande, echamos de menos las cocinita en medio del camping, donde poder encontrarte con los demás caminantes y charlar sobre la ruta y demás cosas. Pero lo pasamos genial igual. 
(...)







Por cierto, no he hablado de la comida. Tenemos pasta, arroz y salsas para calentar diferentes. Comemos poco pero nos va bien, suficiente. También me he tenido que acostumbrar a la comida y horarios alemanes, ya que voy con tres de ellos. 

En cuanto a la gente de los refugios no hemos conocido a muchos. Nos ha sorprendido que en general hay gente mucho mayor de lo que esperábamos. Solo nos hemos encontrado a un grupo de nuestra edad, y además Franzi las conocía de la U. Hay muchas parejas; en Los Cuernos conocimos a una pareja de rusos que vivían en New York, andaban un poco perdidos y la mujer estaba muy cansada. No les entendí mucho pero eran igualmente adorables.

(…)

Hoy nos hemos levantado un poco más tarde, a las 8, y no a las 6.30 como las mañanas anteriores. El plan era hacer 14 km. más o menos, hasta el Campamento Chileno. Normalmente en 4’5h. puedes llegar hasta el Refugio Las Torres, pero existe la opción de coger un atajo hasta el C. Chileno para ahorrar un día de caminata (este atajo no sale en el mapa oficial del Parque, seguramente porque con este atajo el Refugio Las Torres pierde dinero). Así pues, hemos seguido disfrutando del Lago Nordenskjöld y de las montañas que nos rodeaban. La vista tenía cierto parecido al paisaje verde irlandés.









A las 6 horas de ruta nos hemos adentrado en otro paisaje, en el Valle Ascencio, por donde pasa el gran rio Ascencio, por donde empezamos el ascenso a las Torres. Parecía más un cañón, un poco más desértico, y hemos caminado por un camino diminuto por la ladera de la montaña, por donde también pasaban caballos. Por cierto, hay mil ríos por aquí, de los cuales hemos cruzado a pie unos 500, con puente o sin puente.

En una hora hemos llegado al Refugio Chileno. Justo antes nos hemos encontrado con una de las chicas de la U. que venía de haber recuperado su chaqueta con el pasaporte y todas las tarjetas, y nos ha recomendado no quedarnos en ese refugio si lo que queríamos era subir antes del amanecer a las Torres del Paine. Nos ha dicho que avanzásemos hasta el Campamento Torres, que se encontraba supuestamente a 45 minutos (en realidad han sido 5km. en una hora y media cuesta arriba), para ahorrarnos esa caminata por la madrugada. Estábamos ya cansados pero la verdad es que merecía la pena subir un poco más y acampar gratuitamenteJ. La subida ha sido bastante dura, pero ya he dicho que me he sorprendido a mí misma con mi actitud. Es como si no me cansase, podría caminar dos horas más, creo. Además casi todo el camino ha sido por un bosque lleno de árboles altos altísimos y muchos muchos ríos. Era como un bosque encantado.
Hemos llegado aquí a las 19.30 de la tarde. En el campamento hay muy pocas tiendas y un riachuelo lo atraviesa. Nuestras tiendas están justo al lado del rio y lo oímos constantemente, claro. El que esté en un bosque lleno de árboles ayuda con el fuerte viento que hay.













No he hablado del viento. Para mí aquí el viento tiene otra dimensión, es fuertísimo y está muy presente todo el tiempo.. En el refugio Los Cuernos, el viento era como un animal que pasaba por encima de los árboles rugiendo, y en los golpes fuertes la gente se quedaba mirando hacia arriba, esperando en silencio a que pasara.  A veces no sabes si lo que oyes es viento o un rio. Cuando caminábamos ayer por el glaciar Francés Franzi y yo estuvimos a punto de caes montaña abajo por el viento. Luego aprendimos que lo mejor en un golpe de viento es sentarse en el suelo, por si acaso.
(…)
Hoy viernes iba a llover, todos los pronósticos lo decían. Ha hecho mucho calor. Al principio el viento ayudaba, pero a la hora de comer en un descampado nos hemos tenido que quitar nuestros mil abrigos para comenzar a caminar de nuevo. Además, si sudas por el esfuerzo con mucho abrigo encima es peligroso porque al parar el viento enfría tu sudor y te mueres de frio. He tenido muchos problemas con mis prendas por eso, y con qué meter y no meter en la mochila, qué llevar colgando fuera, los pantalones de lluvia, el gorro o la bufanda, la crema, utensilios de cocina, klinex, la bolsa de basura que usamos para tapar las mochilas por si llueve… un lio.
¡La mochila! Todo esto con 13 kilos a la espalda. Toda una experiencia para mí, jaja. Ahora mismo me siento como un caracol, vacía y sin hogar sin mi mochila encima. Descubrí que atando bien la mochila puedes ahorrarte como 90% del peso en tus hombros, y con esto he sido realmente feliz, de verdad. Hoy en todo el día solo he sentido el peso hacia el final. Estoy encantada con este descubrimiento aunque muchos me hayan dicho que eso de atarlo a la cadera es algo bien sabido. En fin, da igual. Para mí este trekking ha sido una experiencia inolvidable, he sacado lo mejor de mí misma y he descubierto fuerza que no sabía ni que tenía, aunque suene cutre decirlo. Estoy increíblemente feliz y además no podría haber viajado con compañeros mejores. Y lo mejor de todo es que esto todavía no ha terminado ;)

Día 5- 5 de noviembre

Ayer fuimos pronto a dormir, después de cenar el arroz con salsa de champiñones que hizo Sven en la cazuela. Lo mejor de este campamento es que había como una txabola de madera donde poder cocinar y cenar sin viento, eso sí, de tres paredes, así que el frío no te lo quitaba nadie. Conocimos a una pareja de la República Checa y a dos australianos y un francés que habían venido a hacer la ruta completa, la “O”, y les habían dicho que por los desprendimientos de roca y nieve esa ruta estaba cerrada. Así que andaban repartiendo comida que les sobraba, y aún el frío, abrieron botellas de vino y se tumbaron al lado del rio a conversar. Franzi les llamó “hombres de verdad” jajaja.

Hoy nos hemos levantado siguiendo el plan a las 4.30 de la madrugada para subir con linternas al mirador de las torres. Ha sido horrible horrible el despertarme, por el frio, el cansancio y el viento atronador que oía afuera de la tienda. Pero bueno, allá hemos dejado las carpas y mochilas listas para la vuelta y hemos comenzado la subida durísima de 45 minutos (muy bien porque en el mapa ponía una hora de subida, el equipo FOSS mejora!). Hemos llegado a las 5.45, y aunque el sol ya había salido un poco ha sido maravilloso. Había un pequeño lago verde y sobre él se alzaban las tres grandes torres de granito del Paine, muy afiladas. Como nos han recomendado, hemos subido los sacos para sentarnos en las rocas y estar allí media hora observando el paisaje. Mucho frio, pero el amanecer merece la pena. ¡Y menos mal que acampamos en el C. Torres!
















Después de bajar hemos recogido el campamento y hemos descendido por tres horas y media hasta el Refugio central Las Torres, donde estamos ahora esperando el bus de las 2 que nos llevará a la Laguna Amarga, para coger el bus que nos lleve a Puerto Natales.

Allí esperamos encontrarnos con Hugo y espero comerme un buen trozo de carne! :D

Día 6- 6 de noviembre

¡Muy bien! Ayer llegamos por fin al hostal Lili Patagónico de nuevo y nos alojaron en una habitación de matrimonio y en una de tres camas para compartir con otra persona. Franzi y yo hemos estado en esta última y la tercera cama la ocupaba una chica de nuestra edad de Israel. En inglés me contó que allá era obligatorio para hombres y mujeres hacer “the Army”, dos años para ellas y más para ellos. Ella y sus dos amigos habían terminado y se habían ido cuatro meses con una mochila por toda Latinoamérica comenzando por Ecuador. Me quedé sorprendida.

Nos encontramos con Hugo ayer a las 5 de la tarde en el hostal y muertos de hambre fuimos a comer una pizza por dos lucas. Luego fuimos al único supermercado que hay, el Unimarc, para comprar la gran cena de despedida: carne de vacuno, papas, salsa de crema, champis, cebolla y mostaza, postre helado, cerveza, vino tinto, pisco y pan, todo al saco! Cocinamos y cenamos en nuestro agradable hostal, en su sala común, que ocupamos totalmente con nuestra música y nuestros juegos ridículos de cartas.
Qué cosas, hoy por la mañana me he vuelto a despertar un poco enferma. No he tenido agujetas en todo el viaje, pero ahora que hemos parado de andar, mi cuerpo nota que ya estoy preparada para estar enferma en cama y decide enfermarse. Qué horror. Acabamos de desayunar y empaquetar nuestras cosas y no sabemos bien qué hacer.
(…)
Muchos frutos secos en P.N.

Milodon
El bus a Punta Arenas es a las 5 de la tarde, y por tanto no nos da tiempo a la excursión en bicicleta que queríamos hacer hasta la cueva del Milodón, un animal prehistórico del cual encontraron sus huesos cerca de aquí. Puerto Natales debe estar muy orgullosa del Milodón porque en todos los carteles donde se escriben los nombres de las calles, hay una silueta del milodón dibujada. En fin.

Por cierto, recomendar por si alguien viene a Puerto Natales, el restaurante-pizzeria “Mesita Grande”, en el centro de la ciudad. Es el edificio más antiguo de la ciudad, de 1916, renovado, con un horno de verdad en la mitad del local, donde se hacen unas pizzas riquísimas solo a 3 lucas J























Lago de Puerto Natales


Día 7 – 7 de noviembre

Ayer volvimos a Punta Arenas y nos alojamos en un hostal llamado Backpackers, bastante fome, pero el dueño muy adorable. Nos ayudó a buscar un plan para el día de hoy, ya que el avión sale a las 9 de la noche. Teníamos muchos planes en mente, como ir a Fuerte Bulnes, el lugar más al sur del continente (quitando las islas, el Cabo de Hornos y tal), pero salía muy caro. Finalmente hemos organizado un pequeño viaje para ver pingüinos magallánicos en su hábitat natural. Están aquí desde septiembre a abril, donde vienen a reproducirse y luego marchan a las costas de Brasil y a las Maldivas. Muy adorables, nos han alegrado el día, ya que estamos bastante tristes por irnos ya a Santiago.












También hemos visitado el cementerio de la ciudad, que todos nos recomendaban, que cuenta con 346 cipreses perfectamente podados como en “Alicia en el país de las maravillas”.





***

Y aquí termina más o menos lo que escribí en mi cuaderno de viaje. Lo demás, lo de siempre. Fuimos al aeropuerto a las 7 y cogimos el avión sin problemas a las 9.

Ha sido un viaje increíble. Para terminar, decir que las fotos no hacen justicia a paisajes como estos ;)

Aquí el mapa de nuestra ruta.




5 comentarios:

  1. Jodeeeeeer que guay!! y AMO los pingüinitoos!

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  2. Como me alegro por ti, mi reina. Espero que sigas disfrutando tanto. Te adoro, de mayor quiero ser como tu. Muas!

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  3. vuelves a lo grande :) se me pone la piel de gallina looooco es impresionante
    betisos olatz

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  4. wow olatz! zelako erretrato politxak!!! Espero edarto pasaten egotia! muak

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